8. Casa de las Vírgenes Vestales
La Casa de las Vestales o Casa de las Vírgenes Vestales (en latín Atrium Vestae) era la residencia (domus) de las Vírgenes Vestales en Roma. Estaba situada justo detrás del circular Templo de Vesta en el extremo oriental del Foro Romano, entre la Regia y la colina del Palatino. El domus publicae, donde residía el Pontifex Maximus, se encontraba cerca del Atrium hasta que el papel fue asumido por los emperadores.
La Casa de las Vestales era un palacio de tres pisos y 50 habitaciones en el antiguo Foro Romano construido alrededor de un elegante atrio alargado o patio ajardinado con una doble piscina. En el pórtico estaban las estatuas de las vestales máximas o supremas sacerdotisas de la orden, situadas sobre un podio, donde se detallaban sus virtudes. Al este, existía una sala abierta abovedada con una estatua de Numa Pompilio, el fundador mitológico del culto a la diosa Vesta.
Hoy en día, pueden contemplarse restos de las estatuas de las vestales y una rueda de molino con la que molían el trigo para la fabricación del mola salsa que, siguiendo un ritual, se ofrecía a Vesta.
El complejo, a los pies del Palatino, situado en un bosque sagrado que fue invadido poco a poco en época imperial, fue asolado por el incendio de Roma del año 64. La Casa de las Vestales fue reconstruida varias veces a lo largo del Imperio. Las ruinas de lo que se puede ver en la actualidad, pertenecen mayoritariamente a la época de Septimio Severo.
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