3. Porta settimiana
Antiguamente la Porta Settimiana marcaba los límites de la ciudad de Roma a las afueras de la ciudad. Fue reconstruida en el siglo XV, pero ya en el siglo II d.C. señalizaba el ingreso al campo del emperador Settimio Severo y a finales del siglo III d.C. se incorporó a la muralla Aureliana para fortalecer la defensa de Roma.
La primitiva puerta sufrió varias reformas en los años 1451, 1798 y la última en 1995. Actualmente en sus muros se han construido pequeños apartamentos desde donde se logran vistas increíbles. Aún hoy y pese al deterioro por el paso del tiempo, pueden apreciarse los frescos que decoraban los laterales de la puerta. Atravesando la Porta Settimiana se ingresa directamente al corazón del Barrio de Trastevere.