5. Domus Flavia
El Palacio de Flavio, también conocido como "Domus Flavia", es una parte del vasto complejo residencial de los emperadores romanos en la colina del Palatino, en Roma. Fue terminado en 92 AD durante el reinado de Tito Flavio Domiciano, más comúnmente conocido como el emperador Domiciano, y la atribuyó a su maestro arquitecto, Rabirio. Los palacios de Domiciano en el Palatino, la "Domus Flavia" duro tanto como Roma. Fue para el mundo la mansión de los césares y hoy solo son un extenso y pintoresco conjunto de ruinas.Un esquema de como estaba distribuido
Domiciano pasa por ser un genial patrón de las artes y en particular de la arquitectura romana. Cualesquiera que pudieran ser sus precedentes, la "Domus Flavia" fue el primer palacio digno de un emperador. La "Domus Flavia" reunió en el palacio imperial las funciones de gobierno y de representación -incluidas las sesiones del dócil senado de la época-, que antaño se repartían por otras sedes de la ciudad.
El centro del edificio lo ocupaba un inmenso peristilo de columnas de portasanta, que rodeaban una fuente central en forma de laberinto octogonal, muy restaurado hoy día. Al nordeste se hallaban los dos salones principales. El primero de ellos era el aula regia, es decir, el salón del trono, instalado sobre un alto estrado en el ábside de la cabecera. Los robustos resaltes de las otras paredes formaban ocho nichos, tres a cada lado y dos a los pies, flanqueados por dieciséis columnas acanaladas de pavonazzetto (un tipo de mármol). En cada nicho se alzaba una estatua colosal de basalto, de un dios o de un héroe. El salón contiguo, conocido como basílica y en realidad el auditórium del senado y del consejo privado o consistorium del emperador.
Bien conocido por su grandeza, el Palacio de Flavio fue más comúnmente usado para los propósitos del Estado, mientras que el Domus Augusta, un enorme, ricamente ornamentado palacio al sur del Palacio de Flavio, fue la residencia principal del Emperador.