9. San Marcello al Corso
La iglesia de San Marcello al Corso es un templo católico de Roma, dedicado al papa Marcelo I. Está situado en la Via del Corso (antigua Via Lata), una de las calles más importantes de Roma que comunica la Piazza Venezia con la Piazza del Popolo. Es la iglesia más antigua de las que se conservan actualmente en esta calle.
Según la tradición, se levanta sobre el mismo lugar donde estuvo preso el papa Marcelo I. Existen menciones a un lugar de culto desde el año 418, cuando Bonifacio I fue elegido papa aquí. En 590 también existen documentos que mencionan la iglesia de San Marcello, aunque la edificación más antigua de la que se conservan restos es del siglo VIII, de la iglesia que mandó construir el papa Adriano I.
En el presbiterio de esta iglesia se expuso colgado el cuerpo de Cola di Rienzo, en 1354. El 22 de mayo de 1519 sufrió un incendio que destruyó el edificio: el dinero recolectado para su reconstrucción (que inició el arquitecto Jacopo Sansovino) acabó en manos de los lansquenetes durante el Saco de Roma (1527). Antonio da Sangallo el Joven reanudó la reconstrucción de la iglesia, que sufrío graves daños por una crecida del río Tíber que inundó la ciudad en 1530. Hasta 1592 no terminaron las obras de reconstrucción, que se completaron posteriormente con la fachada diseñada por Carlo Fontana. Se trata de una de las obras maestras de este autor, inspirada en el esquema compositivo de la de la basílica de Santa Maria del Popolo (siglo XV), pero dotándola de gran dinamismo barroco, con su aspecto cóncavo que, a su vez, fue imitado en otras iglesias romanas (como en la iglesia de la Santissima Trinità dei Pellegrini, 1723, obra de Francesco De Sanctis). La decoración de la fachada se completa con las esculturas monumentales de Francesco Cavallini y los relieves de Antonio Raggi.
INTERIOR
Presenta una nave única con cinco capillas en cada uno de sus lados. Bajo el altar mayor se encuentran las reliquias de numerosos santos, entre otros, del propio papa Marcelo y de las mártires Digna y Emérita. El aspecto del ábside se debe a la última restauración purista, que eliminó el altar mayor y toda su decoración.
Entre las obras de arte repartidas por las capillas del templo (y tomando como referencia la puerta de ingreso) destacan:
Capillas de la izquierda
Sepulcro del cardenal Giovanni Michiel y de su nieto Antonio Orso, obra de Jacopo Sansovino.
Primera capilla: sepulcro doble del cardenal Giovanni Michiel y de su nieto Antonio Orso esculpido por Jacopo Sansovino y la Anunciación de Lazzaro Baldi.
2ª: el Martirio del las santas Digna y Emérita (1727) de Pietro Barbieri.
3ª: fresco de la Virgen con el Niño de finales del siglo XIV y episodios de la vida de la Virgen de Francesco Salviati.
4ª: Creación de Eva, San Marcos y San Juan de Perin del Vaga, San Mateo y San Lucas iniciados por Perin del Vaga y terminados por Daniele da Volterra, además de un ciborio de 1691 diseñado por Carlo Bizzaccheri.
5ª: sendos monumentos fúnebres a los cardenales Fabrizio y Camillo Paoucci, el primero esculpido por Pietro Bracci y el segundo por Tommaso Righi.
Capillas de la derecha
Primera capilla: Madonna y siete santos de Agostino Masucci.
2ª: Sin nada reseñable.
3ª: Dolorosa de Pietro Paolo Naldini, Sacrificio de Isaac y Moisés salvado de las aguas de Domenico Corvi.
4ª: Conversión de San Pablo (1560) de los hermanos Taddeo y Federico Zuccari y bustos de Alessandro Algardi (1630-40).
5ª: San Felipe Benicio (1725) de Pier Leone Ghezzi.