Foro
5. Arco de Tito
Situado en la Vía Sacra, justo al sureste del Foro, en Roma. Fue construido poco después de la muerte del emperador Tito (nacido en el año 39 d.C., y emperador entre los años 79 y 81 d.C.).
El arco de Tito rememora las victorias de Tito contra los judíos. Las figuras que lo adornan se mueven entre lo real y lo divino, fundiéndose en una misma composición. En una de las escenas representadas aparece un personaje con yelmo (la diosa Roma); en otra escena aparece una “victoria”, que es un ser con alas que coloca la corona de laureles al emperador.
El arco se apoya en un podio sobre el que se encuentra el cuerpo formado por una bóveda de cañón asentada sobre dos pilares decorados con dos pares de columnas adosadas de capitel compuesto y ventanas ciegas en medio. Sobre el cuerpo se encuentra el ático, con una inscripción alusiva a Tito. A diferencia de otros arcos de triunfo como el Arco de Constantino, los relieves se concentran en las enjutas donde aparecen las Victorias que se dirigen a la clave, que destaca sobre el resto del arco. El entablamento está formado por un arquitrabe a tres bandas, un friso que representa el desfile triunfal de las legiones romanas en Jerusalén y una cornisa que soporta el ático. El intradós está decorado con casetones y a ambos lados hay representaciones de la entrada de Tito en Jerusalén, honrado por los soldados que portan un candelabro de siete brazos procedente del segundo Templo de Jerusalén.
7. Basílica de Constantino y Majencio
La Basílica de Majencio estaba situada en el foro de Roma. Era uno de los edificios romanos más importantes destinado a la administración de justicia, y a los tratos comerciales. Su forma y su planta fue copiada en la era cristiana para construir las primeras iglesias. Solía tener una planta de tres naves; una central y dos laterales.
La nave central tenía una altura de 35 metros, 3 metros más que las naves laterales; y 80 metros de largo, además de una anchura mayor que las laterales. Estaba cubierta (la nave central) por bóvedas de arista, que repartían el peso puntualmente a sendos contrafuertes. El espacio entre estos contrafuertes se aprovechó cubriéndose con bóvedas de cañón y acotándose con un muro sin función portante.
Alojaba una estatua colosal de Constantino construida en mármol y bronce dorado. Algunas partes de esta estatua se encuentran en el patio del Palacio de los Conservadores en el Campidoglio de Roma. La decoración principal se concentraba en las columnas de mármol y sobre todo en el artesonado de las bóvedas de cañón.
6. Santa Francesca Romana
La iglesia fue construida en el siglo IX por decisión del papa Paulo I, sobre un preexistente oratorio. Tras la restauración realizada en el siglo X, recibió la dedicación a la Virgen y el nombre de Santa Maria Nova para distinguirla de la otra iglesia del Foro que estaba también dedicada a María (Santa Maria Antiqua).
En el siglo XII el edificio fue sometido a una importante reestructuración con el añadido de un campanario y la decoración del ábside. En el siglo XV, con el traslado de las reliquias de Santa Francisca Romana a la cripta la iglesia cambió su nombre.
En la iglesia se encuentran el icono de la Virgen Glycophilousa (Virgen de la dulzura): que está datada en el siglo V. La obra fue trasladada desde Santa Maria Antiqua a causa de los derrumbes que sufría aquella.
El lugar donde se encuentra la iglesia, era, según la tradición, la de la muerte de Simón el Mago.
8. Casa de las Vírgenes Vestales
La Casa de las Vestales o Casa de las Vírgenes Vestales (en latín Atrium Vestae) era la residencia (domus) de las Vírgenes Vestales en Roma. Estaba situada justo detrás del circular Templo de Vesta en el extremo oriental del Foro Romano, entre la Regia y la colina del Palatino. El domus publicae, donde residía el Pontifex Maximus, se encontraba cerca del Atrium hasta que el papel fue asumido por los emperadores.
La Casa de las Vestales era un palacio de tres pisos y 50 habitaciones en el antiguo Foro Romano construido alrededor de un elegante atrio alargado o patio ajardinado con una doble piscina. En el pórtico estaban las estatuas de las vestales máximas o supremas sacerdotisas de la orden, situadas sobre un podio, donde se detallaban sus virtudes. Al este, existía una sala abierta abovedada con una estatua de Numa Pompilio, el fundador mitológico del culto a la diosa Vesta.