Aventino
5. Santa Balbina
Sobre las Termas de Caracalla se alza esta iglesia que está dedicada a Santa Balbina, virgén y mártir del siglo II. Es una de las iglesias más antiguas de Roma fechada en torno al siglo V.
Fue construida sobre las ruinas de una villa romana. Consagrada por el papa Gregorio Magno, en la Edad Media, Santa Balbina fue un monasterio fortificado. Con el paso del tiempo, ha cambiado su fisonomía muchas veces, tomando su aspecto actual en la década de 1920.
Desde la plaza, se accede por una escalera al pótico de tres arcos. En el interior la luz entra por una serie de ventanas a lo largo de la nave.
Los restos de Santa Balbina y su padre, San Quirino, se hallan en una urna en el altar mayor, pero el mayor tesoro se situa a la derecha: una magnífica escultura y sarcófago del cardenal Stefanis de Surdis, de Giovanni de Cosma (1303).
Otras obras artísticas datan del siglo XIII, entre ellas varios fragmentos de frescos. Destaca La Virgen y el Niño, ejemplo de la escuela de Pietro Cavallini, en la segunda capilla de la izquierda. Hacia 1930 se descubrieron restos de mosaicos romanos del siglo I. Se trata de una escena de pájaros y signos del zodiaco, situado hoy en el pavimento de la iglesia.
7. Santi Bonifacio e Alessio
La Basilica dei Santi Bonifacio e Alessio se encuentra en la colina del Aventino y está dedicada dedicada a San Bonifacio de Tarso y San Alejo .
Fundada entre los siglos III y IV, fue reconstruida en 1216 por el Papa Honorio III (algunas columnas de su edificio primitivo se encuentran en el ábside oriental del edificio actual), en 1582 se restauró, y en 1750 fue nuevamente restaurada por Tommaso De Marchis (su altar mayor sobrevive), y entre 1852 y 1860 por el Somaschi. La fachada es del siglo XVI, elaborada a partir de la fase de De Marchis, se construye en el estilo medieval cuadripórtico .
La iglesia tiene un campanario románico . En el lado sur de la nave se encuentra el monumento funerario a Eleonora Boncompagni Borghese de 1693, bajo un diseño de Giovan Contini Batiste y en el crucero sur se haya la Capilla de Carlos IV de España , con un icono de la Asunción de la Virgen que data del siglo XII. La iglesia también contiene la tumba de Pedro Savelli (de la misma familia que Honorio).
Una cripta románica sobrevive por debajo de la iglesia, cuyo altar principal contiene las reliquias de Santo Tomás de Canterbury. Cuenta con un fresco del siglo XII del "Agnus Dei" y los símbolos de los cuatro evangelistas, al final de la nave se encuentra la Scala Santa y la iglesia titular de San Alejo en madera y estuco de Andrea Bergondi.
6. Santa Sabina
Santa Sabina all'Aventino es una basílica en Roma (Italia), centro de la orden dominica. Su cardenal sacerdote es Jozef Tomko. Santa Sabina se encuentra en la plaza Pietro d'Iliria, 1, en el Aventino, a orillas del río, cerca de los cuarteles generales de los Caballeros de Malta. Es el único ejemplo que permite comprobar la armonía original de las basílicas Arte paleocristiano: sus elegantes proporciones, la sobriedad de sus mármoles y la apertura de tres ventanas en el ábside, se convierten en características de la arquitectura religiosa Arte paleocristiano a partir del siglo V.
Santa Sabina es una basílica temprana, del siglo V. Fue construida por el sacerdote Pedro de Iliria, un cura dálmata, entre 422 y 432, después del saqueo de Alarico I. Se alzó en el lugar donde estaba la casa de la matrona romana Sabina, quien fue posteriormente canonizada como santa cristiana. En origen estaba cerca de un templo de Juno.
8. Piazza dei Cavalieri di Malta
La Piazza dei Cavalieri di Malta es uno de mis lugares favoritos de Roma y es en ella donde se encuentra el famoso "secreto de Roma".
Este punto de la ciudad de Roma no es muy conocido a pesar de tener una de las panorámicas más bonitas de la ciudad, escondida detrás de la puerta verde.
A la plaza de accede por la via Santa Sabina que termina en la pequeña plaza, rodeada de cipreses .En el portón de entrada a la finca del Priorato de Malta hay una cerradura, a través de la cual se divisa la cúpula de San Pedro, al fondo de un corredor de setos. Se encuentra en la Piazza dei Cavalieri di Malta, nº 3, a la izquierda de la iglesia de San Alejo.
Para llegar, merece la pena tomarse un tiempo y callejear a través de uno de los barrios residenciales con más encanto de la ciudad, el Aventino; detenerse ante algunas de las construcciones, a menudo simples casas privadas, para poder respirar la calma llena de historia de estas calles.